Juro que la metí allí
Pues en la fogata de la Campapeda puse una papa que me iba a comer. La cosa es que la pendeja desapareció "por arte de magia".
Cuando quitamos los restos de la fogata, no quedó ni siquiera el papel aluminio que la envolvía...
Si alguien sabe del paradero de mi papa, le agradeceré que me informe sobre lo que sepa. Un hombre sufre por su papa... Tengan compasión, no sean ojetes.
Cuando quitamos los restos de la fogata, no quedó ni siquiera el papel aluminio que la envolvía...
Si alguien sabe del paradero de mi papa, le agradeceré que me informe sobre lo que sepa. Un hombre sufre por su papa... Tengan compasión, no sean ojetes.
Comentarios