Kiketecutlán

Como lo había prometido: Aquí están dos poemas de Jaime Sabines... Germán Villegas, la primera es en tu honor... Cuando tengas ganas de morirte Cuando tengas ganas de morirte esconde la cabeza bajo la almohada y cuenta cuatro mil borregos. Quédate dos días sin comer y veras que hermosa es la vida: carne, frijoles, pan. Quédate sin mujer: verás. Cuando tengas ganas de morirte no alborotes tanto: muérete y ya. El diablo y yo nos entendemos El diablo y yo nos entendemos como dos viejos amigos. A veces se hace mi sombra, va a todas partes conmigo. Se me trepa a la nariz y me la muerde y la quiebra con sus dientes finos. Cuando estoy en la ventana me dice ¡brinca! detrás del oído. Aquí en la cama se acuesta a mis pies como un niño y me ilumina el insomnio con luces de artificio. Nunca se está quieto. Anda como un maldito, como un loco, adivinando cosas que no me digo. Quién sabe qué gotas pone en mis ojos, que me miro a veces cara de diablo cuando estoy distraído. De vez en cuando me t

Acabo de tener un examen. Fue segunda vuelta de un examen de la semana pasada, que entregué en blanco por no haber estudiado (o por no haber tenido la delicadeza de estudiar). Mi maestra, Silvia Barrios, nos echó un discurzote diciéndonos de manera tal vez sutil, tal vez demasiado directa, que debíamos esforzarnos más, que debíamos estudiar sin que se nos avisara de un examen, etc. Porque no fui el único que entregó el examen vacío. O quizá si, pero muchos inventaron sus respuestas para no quedar mal (por así decirlo... realmente desconozco sus razones, pues ellos comentaron orgullosos que las habían inventado .), y no conforme con eso, nos pusimos a despotricar contra la maestra, por haber incluido en el examen (según nosotros, por supuesto) temas que habían sido tratados en exposición, llevada a cabo por alumnos que dejan mucho qué desear academicamente y que no tuvieron la atención de proporcionarnos su material de clase. En su discurso, la maestra nos hizo ver que estábamos en un e

He de confesar que esta es mi primera vez usando un blog, y que verdaderamente no tengo absolutamente nada inteligente qué comentar... Tal vez es porque estando sentado aquí, en el Centro de Cómputo de la Unidad de Ciencias de la Salud, donde estoy trabajando por un papelito que diga que ya he cumplido mi servicio social, y sin nada qué hacer, mi cerebro pasa a un estado de baja actividad. Realmente me inclino a pensar que sí... Digo, estar sentado frente a este monitor casi en la misma posición desde las tres de la tarde (ahora son las 6:23), sin encontrar nada interesante en Internet, sin mis jefas presentes y soportando a una niña que requiere de TODA la atención de TODO el mundo, no es mi idea de una tarde que pueda llevarme a crear una redacción creativa, inteligente y llena de interesantes temáticas. Creo que mejor me voy a tomar una coquita, y a fumarme un cigarrito. Como quiera, tengo que estar aquí hasta las ocho de la noche, o hasta que llegue mi novia por mí.

Pues aquí sigo. Son las ocho de la noche y no he salido. Ya no hay estudiantes latosos que digan: "Quique, ¿me puedes ayudar? Ya me confundí con el pegado de imágenes desde el Portapapeles" o "Oye, amigo: ¿Cómo le hago aquí?". Además, mi novia no ha llegado por mí... mal por ella, porque yo tengo las llaves de su casa, y si no se viene a reportar, la va a pasar feo... jejeje. Pero no puedo ser feo con ella. Verdaderamente no entiendo cómo rayos puedo estar tanto tiempo aquí encerrado, con sólo 10 minutos para salir a tomar aire no tan fresco (Poza Rica, de 16:00 a 18:30 Hrs, en esta época es un verdadero horno) y fumarme uno o dos cigarros y tomarme una cocuchita. Generalmente alguien en mi lugar se volvería loco... es un pequeño espacio, lleno de computadoras que luego se caen de la red por las misteriosas razones que cualquier administrador de red desconoce, y que hacen que el cabello comience a ceder ante la frente (o a veces desde los lados de la cabeza, dependi