Londres...

No me toca juzgar a mí ningún tipo de acción como lo que sucedió ayer en Inglaterra. Pero creo que sí puedo señalarla.

Como era de esperarse, (y si no es así corríjanme, por favor) la reunión del G8 en Inglaterra desencadenó estos hechos perpetrados por fanáticos. ¿Que son los de Al-Qaeda? No me importa en este momento. Lo que me importa es que estoy hasta la madre de tantas pendejadas.

Es lamentable que en un momento en el que la civilización humana ha alcanzado niveles tan grandes de conciencia (quiero pensar que así es), aún haya tantos fanáticos que por la causa del barbón del turbante, o de los pobres que se mueren de hambre en sus países por culpa de los gringos imperialistas (falsa bandera según mi estúpida manera de ver las cosas) ponen bombas en donde ni siquiera están las personas a las que quieren destruir.

Pero me parece que hay algo más lamentable: El hecho de que estas personas en lugar de hacer algo por sus compatriotas y trabajar en programas que ayuden a su pueblo a tener una mejor calidad de vida, se pongan a matar a gente inocente y de una manera tan estúpida como ésa, tan cobarde, tan mierda (mientras la gente en sus países se sigue muriendo de hambre, o en las guerrillas que ellos mismos inician).

Espero que un día se den cuenta de que cada país tiene la solución en su misma gente. Ok, se requiere ayuda del exterior en algunos casos, pero si todos trabajamos en equipo y dejamos de desear la paz mundial en las misas o en los concusos de belleza o en esa farsa de las olimpiadas, y en lugar de eso nos ponemos a construir la Paz Mundial y dejamos un poco de lado los intereses económicos.

El mundo podrá ser un lugar ideal cuando aprendamos a respetar el derecho del que tenemos al lado, y cuando sepamos de verdad ayudarlo. Cuando enseñemos a los que no saben. Cuando acabemos con la ignorancia y el fanatismo. Cuando aprendamos que mi Dios viejito, con túnica y barbas y cabellos largos y grises, es el mismo Dios que el de ocho brazos de mi hermano que se pinta un punto en la frente, y que es el mismo Dios que habita en la selva de mi hermano que está desnudo todo el tiempo (y no por pobre, sino porque es su cultura). Cuando aprendamos que estamos destinados a vivir en el mismo pedazo de roca que flota en el espacio, y que si no estamos unidos nos va a llevar la porra, ese día tendremos la tan anhelada Paz Mundial.

Yo sé que con esto caigo en lo mismo... en expresar ideas. Pero cuando a mi voz se sumen las de todo el mundo (porque sé que no soy el único), entonces podremos empezar a trabajar. Se requieren de muchas manos, mucho esfuerzo y muchos recursos. Pero confío en que es posible.

Vinimos al mundo sin armas. Indefensos, sólo protegidos por nuestra familia, y por los que nos rodeaban. No veo la necesidad de seguir dependiendo de las armas. Dependamos de lo que podemos hacer por nosotros mismos. Eduquemos a los niños para la paz. Confiemos nuevamente en nosotros. Convivamos. Seamos hermanos. Vivamos en paz.

QUE LA PAZ DE DIOS SEA EN EL MUNDO, ESPECIALMENTE PARA AQUELLOS QUE DESTRUYEN A SUS SEMEJANTES. Y QUE DIOS LOS PERDONE... SI ES QUE LO MERECEN.