Mario Benedetti, in memoriam: Sin él, no hubiera habido puchunga-utopía. ¿Cuándo iba a creer -díjeme a mí mismo- que mi puchunga dejaría de ser utopía? ¿Cómo viene a ser que ahora los horizontes se contraen, que las fronteras se refuerzan aunque las derribe? ¿Cómo fui a creer -díjeme a mí mismo- que su palabra era genuina, si sus ojos y su boca despreciaban; o que su amor, que ni remoto era amor, sino un vago espejismo, podía ser cosa de este mundo? ¿Cómo voy a creer -díjeme finalmente- que mi puchunga dulce, osada, eterna acabó con mi utopía?
Comentarios
Hola ingeniero!!!...aqui mi primera vez en tu blog jijiji....ahi t mando saludines muchos besos...y mucha luz en tu vida!!...muak!...
T u alumnita Diana Castán...
y checa este blog esta muy buenoo...es d mi hermanito ñ_ñ
http://hazingenieria.blogspot.com/