Ni mak' liti cac' xilam coxo pam' ca qui nacú tu chi quin tla' ni' nita ni la cacosan sica yam Cada vez que te veo salta mi corazón ¿Qué cosa me has hecho que no te puedo olvidar? Goyo Ja
Mario Benedetti, in memoriam: Sin él, no hubiera habido puchunga-utopía. ¿Cuándo iba a creer -díjeme a mí mismo- que mi puchunga dejaría de ser utopía? ¿Cómo viene a ser que ahora los horizontes se contraen, que las fronteras se refuerzan aunque las derribe? ¿Cómo fui a creer -díjeme a mí mismo- que su palabra era genuina, si sus ojos y su boca despreciaban; o que su amor, que ni remoto era amor, sino un vago espejismo, podía ser cosa de este mundo? ¿Cómo voy a creer -díjeme finalmente- que mi puchunga dulce, osada, eterna acabó con mi utopía?
Ayer en Montreal, cuando llegue al hotel, decubrí que había una mesa de billar en el bar. Decidí ir a jugar un poco. Estaba jugando contra mí mismo cuando de pronto una rubia se me acercó y me dijo que por 7 dólares me daría lo que yo quisiera. Lo pensé un momento y decidí poner a prueba su habilidad. Mi petición: un orgasmo... Me dijo que ella nunca lo había hecho, pero que lo iba a intentar. Mientras se preparaba conversamos y me dijo que ella era rusa. Salió de escena un momento y yo seguí con mi juego. Regresó y me dijo: "Try this orgasm... I hope you'll like it". Intenso, frío, inmensamente largo... Pero aún así, delicioso. Sólo puedo quejarme de una cosa: Le puso más vodka que Bailey's...
Comentarios
y a mi nadie me dio tu blog,lo encontre en el de yady...